lunes, 28 de noviembre de 2011

Ladrones… No rateros

Esto es lo que contesta Efraín Alcazar Montes de Oca, alias “El Carrizos” cuando se le interroga acerca de su pasado. Robos limpios, sin heridos y con saldo blanco, pero muy positivo para las cuentas bancarias de los así llamados zorreros que poblaban las grandes ciudades, específicamente la Ciudad de México en un pasado que hoy parece muy lejano.
Es de llamar la atención la habilidad de los zorrerospara robar personas y casas. No importaba la dificultad y el alto status de las victimas de sus robos, importantes figuras públicas fueron víctimas de los zorreros. Ya sea robos a negocios, casa-habitación o ciudadano comun, los zorreros, a pesar de diferentes maneras de operar, tenían algo en común y eso era el conservar la integridad de sus víctimas.
Resulta familiar la historia del ladrón que roba solo a los ricos o a quien le sobra, a personas poderosas y corruptas. Así mismo podemos ver el reflejo de aquellos ladrones en los maleantes de hoy en día, que en muchas ocasiones se ven “obligados” a delinquir por similares razones. Un pasado en la calles, dificultades económicas a lo largo de su vida y sobre todo un resentimiento ante el gobierno y la sociedad, entre otras similitudes.
Finalmente la deshumanización de los criminales es difícil de entender. Una de las razones que se nos puede ocurrir es el aumento de competencia en ciudades sobrepobladas, requiriendo métodos más efectivos y seguros para ellos. Otra más puede ser la desarticulación de la familia y el poco tiempo que los hijos pasan con los padres sin inculcarles valores y una religión, creando ciudadanos carentes de conciencia.
Hoy vivimos en un mundo de rateros y asesinos,  sin valores ni valor que cometen crímenes por las mimas razones que en el pasado, pero son mas egoístas y violentos. ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Cuál es la diferencia entre el ciudadano común y los delincuentes? Estas son preguntas hechas muchas veces pero pocas veces contestadas.




El carrizos